Esta obra pictórica es un fresco situado en la bóveda de la Capilla Sixtina, en la cual se representan distintos pasajes bíblicos. Fue pintada por Miguel Ángel, uno de los grandes representantes del Renacimiento, movimiento originario del siglo XVI, y situado en Roma; que tiene como centro, la vuelta al arte de la época clásica.
En esta obra, se puede observar la creación de Adán, de mano de Dios, quien se encuentra rodeado de varios personajes que pueden ser ángeles. Dios y los ángeles se ven dentro de una figura que parece ser un cerebro, dando a entender que Dios es el que nos da el alma, el que mueve el cerebro, que conecta con Adán, el cuerpo.
La luz incide directamente sobre Adán, aportando también profundidad en el personaje, propósito, que tienen también las sombras en varios puntos que marcan la musculatura del personaje. Gracias a la posición en diagonal en la que se encuentran, se puede apreciar movimiento y dinamismo, no de quietud, dando la sensación de vida. La cual se está creando en dicha obra.
Ángeles Rodríguez Gómez
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