El entierro de la sardina es un cuadro del pintor español Francisco de Goya. Se trata de un óleo sobre tabla de muy pequeño tamaño (82,5 x 62 cm) que se encuentra en el museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. Goya lo pintó entre los años 1812 y 1819 sobre una madera reutilizada de la puerta de un mueble.
Esta obra de Goya, cuyo estilo pertenece al Romanticismo, representa la festividad pagana del entierro de la sardina; una celebración en la que se anuncia el final del Carnaval.
Goya plasma un ambiente festivo y de diversión, en el que una multitud de personas disfrazadas bailan y celebran el final de los carnavales. Aunque en la festividad original los asistentes al entierro de la sardina visten de riguroso luto, Goya cambia esto por un entorno lleno de color y alegría.
En la parte central del cuadro, se puede observar a dos mujeres jóvenes de blanco, que danzan alegremente en el centro de la multitud. A las muchachas, que llevan un maquillaje carnavalesco, las acompañan dos hombres también disfrazados.
A estas figuras danzantes las rodea toda una muchedumbre de personas que, de igual modo, llevan disfraces y caretas. Entre ellas se observan gestos de alegría y diversión que contrastan con otros de espanto.
Por último, cabe destacar el gran estandarte que se encuentra en el centro de la composición. En él está dibujado el rostro del dios griego Momo, que siempre ha estado relacionado con las festividades carnavalescas, además de ser la personificación del sarcasmo y de la burla.
Es un cuadro que desprende cierta intriga y misterio, que contrastan con la alegría y diversión de la escena de un pueblo que festeja el fin del Carnaval.
Luisa Castro Capote
(curso 2020-2021)
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