El aguador de Sevilla es posiblemente una de las obras maestras del pintor Diego de Velázquez. El período artístico al que pertenece es el Barroco, pleno siglo XVII.
La imagen se divide en cuatro planos principales. En primer plano se observa un cántaro de barro, en segundo plano un anciano colocado de perfil junto a un cántaro de menor tamaño, en tercer plano un niño y en último plano un hombre de mediana edad. Por tanto, esta escena representa las tres edades del hombre.
Además de esta representación metafórica, cabe destacar que el cuadro simboliza una situación típica del momento, en la que el aguador reparte el agua.
Destacan los colores tierra en diferentes tonalidades, sobre un fondo oscuro y plano. Se aprecia claramente el realismo que impregna las obras de Velázquez, como en los golpes del cántaro de la izquierda o en la escena costumbrista que representa.
Desde un punto de vista más subjetivo, se trata de una obra visualmente atractiva. La copa de cristal que sostienen tanto el niño como el anciano está muy bien definida, ya que brilla con naturalidad y centra la vista del espectador en ese punto. Además, los rostros de los personajes generan una situación de intriga que concuerda muy bien con el contexto histórico al que pertenece la obra.
En definitiva, un cuadro propio de un pintor de la talla de Velázquez.
Lucas Soto y Paloma Fresno
Puede escuchar la descripción mientras contempla el cuadro pinchando aquí.
Comments