Sorolla es bien conocido por la luminosidad de sus blancos, la delicadeza de sus desnudos, la forma de captar la luz y la naturalidad que transmiten las escenas y los personajes. La obra Después del baño es un perfecto ejemplo de todas estas cualidades expresivas.
En ella observamos una mujer sentada sobre un suelo de mármol, secándose las piernas con un lienzo. Llama la atención por sus detalles y su realismo. Observamos, por ejemplo, los distintos tonos de blanco del lienzo que realzan la textura y los pliegues.
Tampoco podemos ignorar la maestría con la que Sorolla pinta las sombras, los reflejos y las partes húmedas de la piel. Por último, recalcamos un detalle que puede pasar desapercibido en un primer momento, relegado a un segundo plano por la belleza de la figura femenina. Nos referimos al mármol, un elemento que muchos pintores han intentado capturar pero muy pocos con la habilidad de Sorolla. Las vetas y el sutil reflejo del cuerpo de la mujer en el suelo dotan el cuadro de un increíble realismo que deja boquiabiertos a todos los afortunados que pueden admirar la obra en persona.
Transmite paz y serenidad.
Valeria Valevashnikova y Esther Sequí Paraíso
Puede escuchar la descripción mientras contempla el cuadro pinchando aquí.
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